Hay mañanas en las que todo está perfecto... hasta que abres la cortina y ves el cielo gris, los charcos en la banqueta y ese inevitable: ¿y ahora qué me pongo? Porque la lluvia tiene ese talento especial para complicarnos los outfits, sobre todo si queremos llegar a la oficina sin parecer que cruzamos una tormenta.
Pero tranquila, estar seca no tiene por qué pelearse con verte bien y la clave está en elegir prendas inteligentes que te protejan, así que aquí te recomendamos algunos atuendos que debes usar.
1. La gabardina clásica que nunca falla
Si no tienes una buena gabardina, es momento de invertir en una. Las de corte largo, tipo trench, son perfectas porque protegen del viento, no se arrugan y elevan cualquier look. Úsala encima de un pantalón de vestir oscuro, un suéter ligero, además de botines con suela firme.
2. Falda midi con botas altas
¿Quién dijo que no se puede usar falda cuando llueve? Solo necesitas una falda midi plisada, que no toque el suelo, y combinarla con botas altas que abracen bien tus piernas. Arriba, un suéter cerrado o una blusa de manga larga con textura.
3. Vestido camisero con abrigo ligero
El vestido camisero es ese comodín que no falla ni con lluvia. Apuesta por uno que tenga un estampado discreto o en tonos neutros, y llévalo con un abrigo fluido o impermeable de caída recta. Agrega un cinturón si quieres definir la silueta, no te olvides de los botines o zapatos cerrados de tacón cómodo.
4. Pantalones fluidos + chaqueta oversize
No hay mejor sensación que llegar a la oficina sin mojarte... y sin sentir que vas disfrazada. Para eso, unos jeans anchos de caída pesada son perfectos. Combínalos con una chaqueta estructurada, de esas que te hacen sentir poderosa al instante.
5. Total look en negro con accesorios que marcan la diferencia
Hay días en los que el negro lo resuelve todo, así que elige blusa lisa y un trench negro, puedes elevar tu look con una bufanda oversize de color, un bolso estructurado resistente al agua y un peinado recogido bien pensado. ¡T encantará el resultado final!
No esperes a que el clima mejore para vestirte bien, mejor aprende a dominarlo con estilo. La lluvia no tiene por qué ser tu enemiga, con las prendas adecuadas, puedes moverte por la ciudad, entrar a una junta o salir a comer sin sentirte incómoda.
¡Y si hay paraguas, que sea bonito porque cada detalle suma!